Una de las lesiones más frecuentes en el mundo de la moto y del deporte en general, es la fractura de clavícula. A continuación, os contamos cómo actuar en caso de encontrarnos ante esta situación.

Una lesión habitual en moto o en bici, del tipo que sean, y en muchos otros deportes, es la fractura de clavícula. Cuando se detecte que este puede ser el caso ante el que nos encontramos, lo primero que habría que hacer es ver cómo se encuentra el accidentado, es decir, si la persona ha sufrido un accidente aparatoso y sigue en el suelo con el casco puesto no intentaremos quitárselo para evitar hacerle algún daño más del que ya tiene. Nos quedaremos con él he intentaremos tener controlado el casco para evitar posibles lesiones, le acomodaremos lo mejor posible en espera de los servicios de emergencias.

Si por el contrario el accidentado no ha sufrido más daño que el de la clavícula y se ha quitado el casco podemos ayudarle con la chaqueta. Primero por el lado sano evitando mover el lado dañado, y después, muy despacio, el brazo de la fractura. Es muy importante que la fractura no se mueva, ya que por esa zona pasan nervios y vasos sanguíneos de mucha importancia, y podríamos provocar una lesión mayor.

Después podemos comprobar con una leve palpación comparando las dos clavículas a la vez si hay algún tipo de deformidad. Si la hay, aunque no se de forma muy evidente, podemos estar ante una fractura.

Llegados a este punto podemos realizar un vendaje en ocho para fijar la zona y evitar más lesiones y mitigar el dolor en cierta medida. Para ello pediremos al accidentado que ponga sus manos en la cintura intentando juntar los codos por detrás, teniendo más cuidado con el lado lesionado. A continuación, vamos a hacer rodar la venda, sin apretar, para evitar tener problemas de circulación en los brazos. El vendaje se realizará desde detrás hacia adelante pasando por debajo de las axilas alternando el lado derecho y el izquierdo realizando el cruce de la venda por la espalda.

Una vez inmovilizada la zona, colocaremos una manta térmica sobre el accidentado, para mantener la temperatura de la víctima protegiéndola del medio. El material del que están hechas las mantas térmicas permite usarlas tanto para retener el calor corporal como para bajar la temperatura. Tienen una parte plateada y otra dorada. La parte dorada orientada al sol absorberá la luz y el calor del sol y lo mantendrá caliente, por el contrario, la parte plateada refleja la luz y el calor y bajará la temperatura de la persona.

Una vez hecho todo el proceso solo nos quedará esperar a los servicios de emergencias junto a la persona accidentada.