La Rodibook es un evento ya mítico en el mundo de la moto, que en su 12º edición ha contado con 1500 participantes en sus rutas On y Off Road, y en la que se han recaudado 13.293€ a proyectos sociales, medioambientales y culturales en el Pirineo.

La Rodibook es un evento que reúne a 1500 aficionados del mundo de la moto cada año en Vielha, en el Valle de Arán, en pleno corazón del Pirineo, para realizar rutas en moto por campo y carretera en unos recorridos espectaculares en un entorno de auténtico ensueño. Desde sus inicios se ha buscado la sostenibilidad global del evento, tanto en la parte social y cultural como en la medioambiental.

Esta duodécima edición ha sido denominada “Rutas Secretas del Pirineo” con unos espectaculares recorridos de 700km en carretera y 350km en campo. En esta edición de 2023 se destinó parte de la inscripción de cada participante a acciones solidarias en beneficio del territorio donde se desarrollan las rutas. El total acumulando de 13.293€ irá destinado a la colaboración con entidades de integración social y asistencia a la vejez en pueblos de alta montaña, a restauración y conservación del patrimonio cultural, a conservación del medio ambiente en zonas del alto Pirineo, a asociaciones de ganaderos y a la adecuación de infraestructuras en zonas de alta montaña.

La organización de la Rodibook también colabora con la Diputació de Lleida a través del proyecto “Moturisme Ara Lleida”, mejorando la sostenibilidad del evento minimizando también los impactos ambientales, sociales y económicos negativos. Y, por supuesto, a todo lo anterior se une la recogida de todos los residuos y todo lo generado después del evento en todo el recorrido, así como la reparación de los caminos que así lo necesiten.

No menos importante es el beneficio económico estimado en la zona de más de 300.000 euros, repartidos en Viehla y alrededores. Pero lo más importante es que este tipo de eventos aumentan el turismo en las zonas más desconocidas fura del Valle de Arán, ya que tanto los recorridos de carretera como los de campo pasan cada año por pequeños pueblos fuera de las guías turísticas, que también tienen alojamientos con encanto y una gastronomía propia. De este modo no solo se alarga la temporada hotelera en los grandes núcleos, si no también en las zonas más recónditas y menos conocidas.

La organización del recorrido Off Road lleva un trabajo detrás de muchos meses, en los que el responsable Salvador Echevarría contacta con las diferentes entidades como diputación, ayuntamientos, consejos comarcales, propietarios de fincas y de ganado… ya que son muchos implicados en un recorrido como el de la Rodibook Off Road.

En estas conversaciones, además de acordar el recorrido evitando las zonas que estas administraciones indican, se conoce la problemática y las necesidades de cada una de ellas, pudiendo establecer a que acciones va destinado el dinero recaudado. De este modo se pueden arreglar cosas concretas y necesarias para los habitantes del territorio.

Salva Echevarría: “La mayor parte del trabajo de arreglo de los caminos es de los propietarios de fincas y ganado, porque el dinero de la comarca no llega para todo. Por esto ayudamos a arreglar los puntos que así lo necesiten, mejorando poco a poco cada año los caminos de la zona. También se habla con ayuntamientos y entidades para ver qué necesidades tienen, que puede ser reparar una farola porque el pueblo no tiene luz en la plaza. Igualmente, realizamos lo mismo con las asociaciones de ganaderos, para ayudar a todos en la medida de lo posible e intentar arreglar lo que se necesite y pueda llegar a la mayoría de ellos. Lo mismo hacemos también con las asociaciones para el mantenimiento de bosques, ya que un bosque sin cuidar da mucho trabajo y no da rentabilidad, además de los peligros que esto conlleva. También colaboramos con la escuela de pastores, que a priori parece que son antagonistas al mundo de la moto, pero que tienen muchas cosas en común, en lo que a conservación del entorno y preservación uso del medio natural se refiere. Al ganadero por ejemplo le molestan más los perros sueltos que las motos.”

Todas las administraciones implicadas reciben y escuchan a los organizadores cada año abiertas a la colaboración conjunta. La labor de la dirección del Parque Nacional es especialmente importante ya que muchos tramos discurren por zonas con diferentes tipos de protección. Desde el parque cada año indican qué zonas no se pueden usar y por cuales sí se puede pasar, aceptando la circulación de las motos durante el evento, lo que demuestra su predisposición a cambiar y mejorar, promoviendo un uso responsable de un tesoro medioambiental como es el Valle de Arán.

Salva Echevarría: “Hay que mantener el patrimonio natural para que lo vean nuestros hijos. Cada vez habrá más zonas prohibidas, pero hay muchas soluciones para preservar el entorno garantizando la protección del medio natural a la vez que se hace un uso responsable y sostenible. Hay que tener una visión global y buscar un equilibro, ya que cada vez más gente usa el medio natural, ya sea como ciclistas, cazadores, senderistas… siendo una misma persona varios de estos perfiles en diferentes momentos, porque el motero también va en bici o con la familia. Encontrar el equilibrio tiene muchas aristas, es imposible que estemos todos contentos. Para mejorar no hay que buscar una acción concreta, sino muchas medidas combinadas que puedan crear un entorno óptimo. La solución no es poner peajes en los caminos o restringir o prohibir, no existe una solución concreta. Son muchas pequeñas acciones las que irán mejorando la protección y la convivencia.