Una de las posibles lesiones que podemos sufrir realzando actividades deportivas al aire libre es una hemorragia severa producida por un corte de algún vaso sanguíneo de importancia. Así debemos actuar en caso de encontrarnos en esta situación.
Al encontrarnos con una situación en la que se produce una pérdida de sangre, debemos prestar atención a la zona afectada y comprobar si esta sale a chorros de forma intermitente. Si esto ocurriera, estamos ante una hemorragia arterial, algo de suma gravedad ya que, debido a que la sangre sale con los latidos del corazón y si no se actúa pronto puede llegar a desangrarse en poco tiempo.
Con una hemorragia de importancia la vida de la persona corre peligro, por lo que tenemos que actuar lo más rápido que podamos, realizando estas maniobras antes incluso de pedir ayuda ya que en minutos la persona afectada puede perder el conocimiento. La actuación más adecuada es comprimir la herida muy fuerte con nuestras manos y con gasas o con algún trapo o prenda lo más limpia posible. A continuación realizaremos un vendaje compresivo y apretaremos fuerte hasta que veamos que cesa el sangrado. Si aun haciendo esta maniobra no conseguimos que pare de sangrar o la gasa o venda se empapa muy rápidamente, tendremos que realizar un torniquete.
Existen torniquetes creados para esa función que podemos incluir en nuestro botiquín, también podemos fabricarlos con otro tipo de materiales que dispongamos en ese momento como una cinta, un pañuelo, una corbata o un trozo de tela largo junto con un palo o una varilla. Siempre debemos evitar cordones de zapato o materiales finos, porque no conseguiremos cortar la hemorragia de forma efectiva o podríamos crearle algún tipo de lesión.
Para realizar un torniquete se debe comprimir los vasos sanguíneos, obstruyendo el flujo de sangre, y para ello, utilizaremos el elemento que dispongamos modo de ligadura fuertemente apretada alrededor de la extremidad, por encima de la herida. El objetivo es frenar una pérdida de sangre que pueda acabar con la vida de una persona.
La zona donde realizaremos el torniquete estará entre 7 y 10 centímetros por encima de la herida, entre el corazón y la zona donde se encuentre la pérdida de sangre. Realizaremos una ligadura fuerte y colocaremos un palo o varilla encima de la ligadura, le daremos un par de vueltas más. Una vez realizado esto empezaremos a girar el palo como si fuera un grifo, hasta que veamos que se corta la hemorragia. Una vez conseguido fijaremos el palo para que no se mueva.
Si la hemorragia está provocada por un objeto clavado no debemos retirar el objeto, ya que podría causar más daño. Por lo general no se debe retirar ningún objeto enclavado, se debe fijar lo mejor posible para evitar que el movimiento pueda lesional alguna estructura interna o un órgano. Lo que se debería hacer en este caso es inmovilizar el objeto, esto podemos hacerlo con algo de relleno a los lados de este, y vendar en forma de ocho para fijar el objeto lo más posible.
Una vez realizado este proceso solo queda mantener estable la temperatura del accidentado con la manta térmica y esperar a que llegue la ayuda.